Bárbara Rey se confiesa: malos tratos, drogas, pero ni palabra del rey emérito Juan Carlos

Bárbara Rey ha sido la encargada de recoger el testigo de Ana Obregón en esta nueva temporada del programa que presenta Bertín Osborne en Telecinco. Fue una entrevista desgarradora. La de Totana ofreció un testimonio que puso los pelos de punta a pesar de que mucho de lo que le confesó al presentador jerezano ya lo contó hace años. Era otra época.

La vedette regresó a la pequeña pantalla después de unos meses en la picota no solo por sus problemas de salud tras contraer el covid, sino también por el escándalo que a punto estuvo de llevarla a declarar en el Senado. Fue a raíz de la petición del grupo parlamentario Compromís, que pretendía que la artista explicase la veracidad de las informaciones que afirmaban que había recibido dinero de los fondos reservados, para así no hacer públicas sus supuestas relaciones con altos cargos del Estado.

No fue en la Cámara Alta donde se sentó, sino en Mi casa es la tuya junto a Bertín. Con él repasó la historia de su vida desde su nacimiento. Su llegada a Madrid para trabajar sin haber cumplido la mayoría de edad, las penurias que pasó en la capital mientras se hacía un hueco en el mundo artístico. Sus amores; su boda con Ángel Cristo; su día a día en el circo, los malos tratos que sufrió del padre de sus hijos, así como la convivencia familiar con las adicciones y sus últimos amores. Pero ni una sola palabra sobre el rey emérito y la leyenda urbana que le relacionó con él cuando estaba en lo más alto de su carrera artística.

Bárbara Rey, una mujer maltratada

Convertida en una de las actrices del destape y con su carrera en plena subida, conoció a Ángel Cristo. Se enamoró del domador y se casaron en 1980. Un momento que supuso un antes y un después en la vida de Bárbara tanto a nivel personal como profesional. «Lo dejé todo por él», le explicó a Bertín. «Me enamoré totalmente, lo quería muchísimo y me dijo que no podía continuar con mi trabajo». No volvió al star system.

Pero sí dio un giro a su carrera profesional. De cantar y bailar en los teatros pasó a ser una de las propietarias e integrantes del circo de Ángel Cristo. «Lo más difícil al principio fue trabajar con los elefantes», recordó con cierta nostalgia. Un año después de su enlace, Bárbara Rey cumplió su sueño de ser madre con el nacimiento de su hijo Ángel. Y dos años más tarde nació Sofía, la pequeña de la casa.

A pesar de la felicidad que le proporcionó la maternidad, su relación de pareja fue un auténtico infierno. En 1989 se separaron. «¿Por qué?», quiso saber Bertín. «Por malos tratos desde el principio», reconoció su invitada. «Muy malos tratos», apostilló. Y quiso aclarar que el domador tuvo «mal carácter desde el principio». Mientras el programa recordó el teléfono gratuito contra el maltrato, el 016, la polifacética artista aclaró que «ya le conocí bebiendo, y luego se le incrementó muchísimo más con la droga».

En este momento del espacio de entrevistas, los hijos de la intérprete también compartieron sus vivencias durante su complicada infancia. Ambos, a pesar de su corta edad, fueron conscientes en todo momento de lo que ocurrió entre sus padres. «Veía cómo se comportaba mi padre y las cosas que hacía que estaban mal. Entonces te posicionas a favor de tu madre».

Su hermana pequeña también contó sus recuerdos: «Yo tenía ese miedo de ¿Pasará algo algún día? ¿Va a hacer algo a mi madre? ¿La va a matar? ¿Qué va a pasar?». Sin duda fueron unas palabras que sobrecogieron tanto a Bertín Osborne como a su hija Claudia, con quien se confesó Sofía Cristo.

El problema de las adicciones en la familia

Los problemas de adicciones estuvieron presentes en la vida de Bárbara Rey desde que conoció a Ángel Cristo, como ella misma indicó. Hasta el punto de que la propia Sofía recordó cómo cuando su hermano y ella eran pequeños, su madre llegó a advertirles sobre la presencia de estupefacientes en su hogar. «Cuando teníamos una edad para razonar las cosas, nos sentó porque tenía miedo a que un día yendo al circo encontráramos restos de sustancias».

«Nos decía que era una medicina que toma papá que era muy peligrosa y que no se nos ocurriera ni chuparnos las manos ni los dedos, porque a lo mejor había restos por la caravana». El relato de la DJ no terminó ahí y con más crudeza desveló lo que sabían que pasaba: «Cuando vamos al circo sabemos que los polvos blancos que hay por la caravana, en su chaqueta o los billetes enrollados son droga».

Con lo que no contaba Bárbara Rey era con que su propia hija también sería adicta. Una situación que compartió con su progenitor. Sin poder contener la emoción, la vedette le contó a Bertín cómo se entero de que su exmarido le facilitó el acceso a la droga a Sofía. «Decía que era mejor que la que ella podía encontrar. ¡Le estaba dando droga a una niña con 15 años!».

Años más tarde, Sofía se sentó frente a su madre y le confesó que era adicta: «Rompí a llorar desconsolada como una niña pequeña y me caí de rodillas. Mi madre empezó a llorar como otra cría y a echarse la culpa». A pesar de lo que vivió durante su infancia con las adicciones de su padre, la joven nunca se planteó pasar por su particular calvario: «Jamás pensé que iba a acabar en un centro de adicciones ni que me podría enganchar tanto».

A partir de ahí ingresó en un centro de rehabilitación, ahora trabaja en uno similar y cuenta con orgullo cómo ha conseguido salir del pozo: «Llevo nueve años sin consumir ni alcohol ni nada».