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Henrique Cymerman: «Hamás no es Teresa de Calcuta, es una organización neofascista que quiere un estado islámico»

Con la escalada de la violencia entre Israel y Palestina de los últimos días, hablamos con el periodista israelí Henrique Cymerman, que nos da algunas claves del momento actual en la región

Henrique Cymerman: «Hamás no es Teresa de Calcuta, es una organización neofascista que quiere un estado islámico»

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Henrique Cymerman es un curtido periodista sobre el terreno. Con sede en Tel Aviv, lleva más de 25 años cubriendo la actualidad en Oriente Medio. Se jacta de ser uno de los pocos periodistas que ha entrevistado a seis de los siete líderes fundadores de Hamás, y de haber estado en la casa de Ahmed Yasín, unos de los fundadores del grupo islamista, más de 14 veces. También ha hablado en numerosas ocasiones con Benjamín Netanyahu y es artífice de la creación de la Cámara de Comercio e Industria Israel-Países del Golfo, una organización privada por el entendimiento entre Israel y los estados árabes del Golfo Pérsico.

Con la escalada de la violencia entre Israel y Palestina de los últimos días y tras la firma de un alto el fuego tras el cual no se sabe si vendrá una nueva ofensiva, hablamos con Cymerman para que nos dé su visión del conflicto.

¿Es el de ahora un enfrentamiento más entre Israel y Palestina o es diferente?

Es un resultado directo de la frustración de Hamás, que vive sus horas más bajas desde 1987 a todos los niveles en Gaza. Están de alguna manera entre la espada egipcia y la pared israelí y el único apoyo que tienen es, por un lado, de Irán, y por otro, de Qatar, que les da 30 millones de dólares al mes. Ese dinero tendría que ir para fines humanitarios pero terminó siendo para toda la industria de cohetes y de misiles y de túneles.

La gran diferencia que hay ahora es que Hamás pensaba que iba a ganar las elecciones palestinas previstas para mayo porque Al Fatah, el movimiento rival que controla la Autoridad Palestina, se dividió en tres: en el grupo de Mahmud Abás, el presidente, el grupo de Marwan Barghouti y del sobrino de Arafat, Nasser Al Qudwa, y de otro grupo que está apoyado por Emiratos y liderado por Mohamed Dahlan. Las encuestas daban la victoria a Hamás pero el presidente Abás decidió cancelar las últimas elecciones. No hay elecciones desde hace 15 años en Palestina, de hecho dejaron de ser una democracia.

El ataque a Jerusalén fue el hecho que desató todo lo que estamos viviendo, que no tiene precedentes , yo no recuerdo jamás que hayan atacado Jerusalén con misiles desde Gaza, porque en Jerusalén hay una población palestina muy grande, de unas 350.000 personas, así que es muy arriesgado atacar la ciudad. Se atrevieron a atacar Jerusalén sabiendo que el resultado iba a ser un bombardeo israelí sin parar.

Henrique Cymerman: «Hamás no es Teresa de Calcuta, es una organización neofascista que quiere un estado islámico» 2
Foto: Mohammed Salem / Reuters.

¿Los palestinos están unidos en esta lucha?

Hoy en día hay una retórica de unión pero hay una especie de guerra civil latente entre Al Fatah y Hamás que sigue desde que Hamás se apoderó de Gaza por la fuerza y asesinó, torturó y echó a mucha gente de Al Fatah de Gaza. Hoy en día no es una guerra militar, no se disparan el uno al otro como en el pasado, pero sí que es una guerra mediática y política. Por lo tanto, no creo que haya una unión.

Lo que sí es interesante es que Hamás ha conseguido por primera vez reclutar también a un sector más radical de los árabes de Israel, que son un 21% de la población, y que justamente se encontraban en un proceso de integración sin precedentes. Es la cuarta guerra entre Hamás e Israel y nunca habían penetrado en el sector árabe como lo han logrado esta vez.

El desalojo de familias palestinas en el barrio de Sheikh Jarrah ha sido el desencadenante de esta nueva escalada de la violencia.

Decir que el desalojo de cuatro familias de Sheikh Jarrah es el motivo de algo así –que paraliza esta región durante diez días– es absurdo, porque el problema de Sheikh Jarrah es una historia que lleva arrastrándose años y que se está aclarando en el Tribunal Supremo si realmente tienen o no derecho a vivir allí porque pertenece a familias judías. Extrapolarlo a toda una guerra con casi 4.000 misiles y cohetes disparados sobre Israel, sobre los miles de bombardeos israelíes contra objetivos de Hamás y de la Yihad Islámica y también con muertos civiles, es realmente muy triste.

Creo que va mucho más allá y creo que hay una decisión por parte de Hamás de que necesitaba recordar a la opinión pública internacional de su existencia. Los palestinos perdieron el tren de todo lo que está ocurriendo en Oriente Medio y uno de los objetivos de esta guerra era subirles al tren de nuevo, y de alguna forma lo están logrando.

Israel asalta el recinto de la Mezquita de Al Aqsa pocas horas después del alto el fuego
Foto: AHMAD GHARABLI| AFP

¿Qué decir sobre Hamás?

Soy uno de los pocos periodistas que ha entrevistado a todos los líderes de Hamás, salvo a Mohamed Hamdan que está en Líbano, y puedo decir que Hamás no es la Madre Teresa de Calcuta, no es una organización humanitaria internacional, es una organización neofascista, totalitaria, homófoba, que no acepta el papel de la mujer y que no quiere una Palestina en Cisjordania y Gaza, sino que quiere un estado islámico igual que ISIS. El problema de ellos no es con las fronteras de 1967, es con la existencia de Israel como Estado, y mientras esto sea así Israel tiene un problema.

El gran error que el Gobierno de Israel hace es dividir para reinar, es intentar mantener las dos Palestina separadas, la de Gaza con Hamás y la de Cisjordania con la Autoridad Palestina. Lo que tendría que hacer Israel, lo que tendría que hacer Europa, Estados Unidos y el mundo árabe, que ya lo está haciendo, es criticar a Hamás y desmantelar el poderío militar de Hamás. 

Como dijo un día la exprimera ministra de Israel Golda Meir, «cuando los árabes abandonen las armas, no habrá más guerra; cuando Israel abandone las armas, no habrá más Israel».

Hamás es una vanguardia de Irán, e Irán es un problema para todo el mundo árabe pragmático. Creo que hay que por fin desarrollar económicamente la Franja de Gaza, hay que llevar proyectos internacionales financiados por los países árabes que pueden hacerlo, que controlan la mitad del gas y la mitad del petróleo, también con la ayuda de Israel, que tiene que traer su Hi-Tec, y hay que desarrollar Gaza desde del punto de vista médico, de la educación, traer electricidad y agua; todo lo que dos millones de personas se merecen, y no más misiles ni cohetes.

¿Son justificados los ataques de Israel a Gaza?

¿Qué haría España si Madrid es atacada con misiles? Son 24.000 misiles y cohetes lanzados contra Israel desde hace 20 años. ¿Qué haría Madrid? ¿Qué haría el Gobierno? ¿Les dejaría actuar y les abrazaría y les diría: «Venid queridos amigos»? No. Todo país, toda democracia, se defendería. Puedes criticar la forma en la que se defiende, que puede ser más o menos agresiva, pero obviamente cualquier país del mundo tiene la obligación hacia sus ciudadanos de defenderse.

La Cúpula de Hierro, el sistema móvil de defensa aérea de Israel, tiene un 90% de efectividad a la hora de neutralizar los cohetes desde Gaza, pero un 10% consiguen evitarlo. El otro día, a mi mujer le cayó uno de esos cohetes a 40 metros, un cohete que mató a un señor que estaba en su casa.

Lo que está claro es que es un enfrentamiento desigual: Israel tiene más recursos militares y más avanzados. ¿Qué pasa con los ataques de Israel a la sede de varios medios de comunicación extranjeros en Gaza y las víctimas civiles?

Israel tiene armamento que obviamente Hamás no tiene, y hoy en día es probablemente el país más fuerte desde Indonesia hasta Gibraltar, como me decía un príncipe saudí. No hay que convertir esto en una desventaja, Israel tiene derecho a defenderse. Es cierto que hay que intentar evitar las víctimas civiles a todo precio, pero cuando tú tienes laboratorios y arsenales de Hamás instalados en el edificio de AP y de Al Jazeera, instalados en el corazón de la población civil, usando a la población como escudo, obviamente hay víctimas civiles.

¿Sabes cuántos niños tiene cada familia en Gaza? Siete de promedio. El gran peligro en Gaza es atropellar a algún niño en la carretera, porque hay niños por todos los lados. Entonces, obviamente que va a haber víctimas civiles en una situación así, ya que es el lugar con la tercera densidad de población más alta del mundo. Por más quirúrgico que intentes ser, no puedes serlo, sobre todo cuando Hamás y la Yihad Islámica se instalan en el corazón de la población civil. Aún así, yo creo que Israel tiene la obligación de intentar evitar las víctimas civiles en todo lo que pueda.

¿Qué solución hay en Gaza?

En 2005, Israel se retiró de Gaza. Ariel Sharon sacó 20 asentamientos israelíes de la Franja de Gaza y desmanteló todas las bases militares israelíes de Gaza y puso a la sociedad israelí al borde de una lucha civil. Israel no ocupa ni un milímetro del territorio de Gaza hoy en día y estamos viendo continuamente cómo Gaza lanza globos con explosivos e Israel no reacciona.

Puede haber una tregua, pero ¿qué pasa si en dos semanas vuelven a lanzar globos como estos y no se reacciona? Pues que estos ataques irán creciendo. Lo que ocurre aquí es una enfermedad crónica que siempre va creciendo y que provoca una serie de dilemas y la comunidad internacional ni se entera de lo que ocurre en el día el día y se entera cuando de repente empiezan los bombardeos dentro de Gaza y entonces todos levantan el grito al cielo.

Hay que encontrar una solución aquí y, en mi opinión, hay una fórmula y es que Gaza puede ser la Singapur de esta región, ya que es un lugar que tiene playas maravillosas, que puede ser un centro de turismo, que tiene industrias, mano de obra preparada y gente que estudió en universidades, pero que no tiene que tener un grupo fundamentalista dirigiendo lo que hoy es el primer territorio totalmente islámico y totalitario en el mundo árabe, desde que Hamás hizo el golpe de Estado en 2007.

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La Cupula de Hierro de Israel neutraliza cohetes lanzados desde Gaza. | Amir Cohen / Reuters.

Hay que acordar con ellos una fórmula que convierta a Hamás en un partido político en el que se invierta internacionalmente en estos dos millones de personas que sufren más que nadie a cambio del desmantelamiento de al menos una parte del arsenal de Gaza. Sin que lleguemos a esto, vamos a estar condenados a una guerra cada X años.

Los bombardeos de Israel no son una solución, eso es una aspirina, no es un tratamiento serio para la enfermedad.

¿La solución pasa por devolver los territorios ocupados por Israel desde 1948?

Nadie va a volver a 1948, es una historia lejana por un motivo muy claro, porque los palestinos y el mundo árabe en esa época no solamente rechazaron la partición de Palestina en las condiciones que estableció la ONU.

Los árabes querían todo o nada, y decidieron que iban a destruir esa entidad judía que estaba creciendo y por lo tanto declararon la guerra a Israel. Ben Gurion, según la declaración de la ONU,  declara la independencia y al día siguiente está siendo atacado por seis ejércitos árabes unitariamente. Nadie va a volver a esas fronteras, los árabes perdieron esa guerra y eso es historia lejana. Creo que lo que sí se puede volver es a las bases que fueron negociadas en Camp David en el año 2000 y que luego fueron negociadas por Mahmud Abás y el primer ministro israelí en el 2006.

Yo antes me reunía una vez al mes con Mahmud Abás y una vez me dijo a cámara que el grave error que los palestinos hicieron el 29 de noviembre de 1947 fue no aceptar la partición del territorio. «Si lo hubiésemos aceptado ya tendríamos un estado», me dijo. Los judíos crearon un estado y hoy en día ese estado es una potencia en la región a nivel económico, científico y tecnológico, mientras que los palestinos siguen en la misma situación, si no es que están en una situación peor que la que estaban.

¿Netanyahu sale reforzado de este último conflicto?

No estoy seguro de que Netanyahu haya salido reforzado de esta guerra ni mucho menos, pero es verdad que ha tenido un gran logro: impedir la creación de una coalición rival de la que formaría parte el partido árabe RAM y le daría la mayoría. Debido a la guerra, RAM tuvo que echarse atrás y creo que aún no ha acabado el juego, pero lo más probable es que nos veamos condenados a unas quintas elecciones en dos años el próximo octubre. Ese es el logro de Netanyahu, porque él ya estaba con un pie fuera del mapa político de Israel y esta guerra le devuelve porque el partido árabe no se puede permitir en este momento entrar en una coalición con los partidos judíos. 

Esta inestabilidad del mapa político israelí es la debilidad de Israel. En los últimos años se ha convertido en una potencia en muchos campos, pero necesita una reforma de su sistema electoral proporcional, ya que se ha convertido en una especie de cristal roto que, cada vez que hay nuevas elecciones, se rompe un poco más y cada vez es más difícil hacer un puzzle y pegar los distintos cristales para crear un Gobierno. Hay que cambiar el sistema político porque es una cuestión de supervivencia.

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Henrique cymerman con el ministro saudi Abdelaziz Bin Turki El Faisal.

Netanyahu es realmente un estadista privilegiado, un tipo que es culto e inteligente, más que la mayoría de los líderes mundiales, yo creo es un tipo con una capacidad extraordinaria, sin embargo, lleva demasiado tiempo en el poder y el poder corrompe. Lleva 14 años en el poder y creo que llegó el momento de darle las gracias, de permitirle seguir su juicio y de que nos deje a la sociedad israelí en paz.

Eso sí, considero que no hay en Israel ningún líder político hoy por hoy que llegue a tener su nivel, pero creo que lo va a haber en los próximos años. Los dos personajes que van a destacar son el jefe del Mossad, Yossi Cohen, que es un fuera de serie y que será primer ministro en unos años, y el jefe del Estado Mayor de Israel, Aviv Kohavi, que será su rival.

¿Cómo afecta al conflicto el cambio de Trump a Biden y el acercamiento diplomático de algunos países árabes?

Hay una diferencia esencial entre Biden y Jared Kushner, que era el estratega de la política de Trump, y es que el tema palestino tiene que estar dentro de la agenda, no se trata solamente de la paz entre Israel y los países árabes y que esta paz tiene que ayudar a resolver el tema palestino y a poner en práctica la fórmula de los dos estados. Biden ha dado luz verde a Israel, porque defiende el derecho de Israel a la autodefensa, igual que Merkel en Alemania o Al Sissi en Egipto.

Hay que destacar también que en estos días hay editoriales publicados en la prensa de Arabia Saudí, de Emiratos, de Egipto y hasta de Qatar, en los que no se ataca a Israel, se critica a Hamás y se dice que Hamás atenta contra la causa árabe, contra el pueblo palestino. Hay un cambio notable en el mundo árabe, que tiene ahora una actitud mucho más agresiva hacia Hamás y hacia los Hermanos Musulmanes, a los que pertenece Hamás. La opinión pública en los países árabes está cambiando y los gobiernos entienden que cada vez más que Hamás es un problema para ellos, un problema para el mundo árabe pragmático.

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