El Consejo Andaluz de las Mujeres alerta de que «Vox ha sacado a los machistas del armario»
La vicepresidenta del organismo público afirma que durante la legislatura pasada la formación verde sometió a Moreno Bonilla pese a no estar en el gobierno
Andrea Barbotta durante una visita a Ronda, en Málaga. | The Objective
«Los mejores espetos se comen aquí». Andrea Barbotta lo tiene claro: en Andalucía «hay muchos chiringuitos y muy buenos». Sin embargo, rechaza que se califique así a las asociaciones de mujeres que reciben dinero público. La vicepresidenta segunda del Consejo Andaluz de Participación de las Mujeres alerta de que «Vox ha sacado a los machistas del armario» y lamenta que en la pasada legislatura sometiera al presidente regional, Juan Manuel Moreno Bonilla, pese a no estar en el gobierno. Ahora observa con preocupación el inicio de una campaña electoral que puede llevar a la formación verde al poder. Reclama a la población, a las mujeres en particular, que se movilicen masivamente el 19 de junio.
«Depende de nosotras que avancemos o que retrocedamos», admite Barbotta, que nació en Buenos Aires hace 60 años y llegó a Málaga en 1988. Diplomada en Educación Física, ha sido deportista semiprofesional como portera de hockey sobre hierba. Ha jugado en Argentina, defendiendo incluso los colores de su selección, y en tres equipos españoles, donde consiguió ser campeona de liga. Alargó su carrera hasta los 40 años, cuando comenzó a trabajar como técnica de inserción laboral.
Mujeres por la igualdad
Ahora estudia Trabajo Social en la Universidad Nacional a Distancia (UNED) y trata de construir un mundo más justo e igualitario. Cree que Vox es un obstáculo para conseguirlo y anima a las mujeres a combatirles en las urnas. Presidenta de la Asociación Feminista Tomando Partido, fue elegida vicepresidenta segunda del Consejo Andaluz de Participación de las Mujeres en junio de 2020. Se trata de un órgano colegiado que contribuye a canalizar las reivindicaciones e intereses de las organizaciones de mujeres, que de esta manera participan en las políticas de igualdad de género de la Junta de Andalucía.
El ente está adscrito orgánicamente a la Consejería de Igualdad, pero depende del Instituto Andaluz de la Mujer. La presidencia recae en el presidente del Gobierno andaluz y la vicepresidencia primera en la titular del departamento de Igualdad. La segunda vicepresidenta es por elección, algo que consiguió Barbotta hace ahora dos años. El mandato es de cuatro y, previsiblemente, la segunda mitad tendrá que lidiar con un Ejecutivo en el que estará presente Vox. No será una novedad para ella. Asegura que los de Santiago Abascal lograron «someter» a Moreno Bonilla en la pasada legislatura, a pesar de que solo votaron su investidura y no formaron parte de su gobierno.
La formación verde y el PP firmaron un documento con 37 medidas que, entre otras cosas, se comprometía a eliminar todos los organismos superfluos y suprimir toda convocatoria de subvenciones a personas físicas o jurídicas que no cumplieran «evidentes fines de utilidad pública y social». Barbotta afirma que en estos años Vox ha tocado puntos que afectan directamente a la mujer, como la eliminación del lenguaje inclusivo, la creación de una normativa de violencia intrafamiliar o el pin parental. «Llevamos más de 200 años luchando por nuestros derechos y no nos asusta seguir», reconoce la activista.
Barbotta no cree que las leyes de igualdad, contra la violencia de género o la misma Consejería de Igualdad estén en riesgo, pero sí teme que Vox trata de vaciarlas de contenido. «No pueden derogar leyes, pero sí pueden quitarles el presupuesto y suprimir programas autonómicos. Sería un gran retroceso». La vicepresidenta segunda del Consejo Andaluz de Participación de las Mujeres sostiene que no hace falta una ley de violencia intrafamiliar como pretende poner en marcha la formación verde en Castilla y León, donde ya gobierna, ya que los delitos que engloba están tipificados en el código penal.
«Invisibilizar la violencia machista»
«El único objetivo es invisibilizar la violencia machista, que es la violencia que ejercen los hombres contra las mujeres por el simple hecho de ser mujer». E insiste: «Son unos delitos concretos. Igual que hay una ley antiterrorista, se necesita una legislación específica contra la violencia de género». En opinión de Barbotta, Vox quiere que las mujeres vuelvan al ámbito privado, al hogar, «como hace un siglo» y que ese es «un extremo al que no se puede volver». Sostiene que el discurso de la formación verde ha conseguido que «los machistas y los misóginos que llevan años ocultos salgan del armario».
La vicepresidenta segunda del Consejo Andaluz de Participación de las Mujeres considera que este escenario puede cambiar si se combate con educación en todos los ámbitos. «Haciendo política feminista, con presupuestos transversales de igualdad entre mujeres y hombres». Barbotta afirma que las mujeres andaluzas han sido «pioneras» en muchas luchas por la igualdad y ahora que llega un nuevo ciclo electoral las reta «a seguir luchando por mantener las políticas que impulsó en su momento Carmen Olmedo y seguir avanzando hasta la igualdad real».
Para hacerlo es necesario contar con recursos. Sostiene que las regiones reciben dinero del Gobierno central con cargo al Pacto de Estado contra la Violencia de Género. Reconoce a THE OBJECTIVE que es fundamental hacer un seguimiento para conocer dónde se emplea, pero no acabar con estas ayudas como reclama la formación verde. «Ninguna de las líneas de subvención en Andalucía son para mantener sedes o para sueldos, sino para proyectos concretos». Afirma que la mano de Vox se nota, ya que el año pasado la Consejería de Salud «camufló» en una convocatoria de 98 millones de euros partidas destinadas a «asociaciones que se dedican a acosar a mujeres en las clínicas cuando acuden a abortar».
Barbotta también tiene un mensaje para Macarena Olona. Es consciente de que «ideológicamente es igual a Abascal o Iván Espinosa de los Monteros», pero le recuerda que «ha estudiado derecho gracias a las feministas de otros tiempos» y que por ellas «puede presentarse a unas elecciones libremente». En su despedida del Congreso la semana pasada, Olona aseguró a las jóvenes andaluzas que dará la «libertad» que no tuvo ella con 20 años para convertirse en madre. La candidata de Vox se reivindicó como una auténtica defensora de los derechos de las mujeres y trató de atraerse así el favor de un colectivo que se le resiste a su partido.
