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Economía

La escalada de los tipos de interés dispara las alarmas en Moncloa ante el riesgo de recesión

El Ejecutivo cree que la estrategia del Banco Central Europeo podría echar por tierra todos sus esfuerzos para contener un estallido social

La escalada de los tipos de interés dispara las alarmas en Moncloa ante el riesgo de recesión

Pedro Sánchez, Nadia Calviño, Yolanda Díaz y Teresa Ribera, durante una sesión en el Congreso. | Agencias

El Gobierno español ve con suma preocupación la escalada de los tipos de interés del Banco Central Europeo (BCE), que la semana pasada aprobó la mayor subida de su historia. Según ha podido saber THE OBJECTIVE, el Ejecutivo considera que esta decisión -extremadamente ortodoxa, según sus análisis- pone en riesgo el crecimiento de España para este año y para el próximo y que, por tanto, podría echar por tierra todos sus esfuerzos para contener un estallido social y por mantener una pax económica que no enturbie los procesos electorales que se sucederán durante 2023.

El coste del dinero en la eurozona ya se sitúa en el 1,25%, tras subir 0,75 puntos el jueves, y podría subir varios puntos más en lo los próximos 18 meses ya que la presidenta del BCE, Christine Lagarde, advirtió que hará «todo lo necesario» para devolver la inflación al 2% desde el actual 9,8%. En este contexto, los especialistas no descartan escenarios a corto plazo con tipos de interés por encima del 4% como a finales de 2008.

En Moncloa y en el Ministerio de Asuntos Económicos daban por descontada la subida de los tipos de interés, pero no esperaban que fuese tan pronunciada como se acordó en la reunión del BCE de la semana pasada. También sorprendió el anuncio de que estas tasas seguirán subiendo al ritmo «que haga falta» para controlar la inflación. No parece que los precios caigan de manera inminente por lo que, con toda seguridad, se producirán subidas de varios puntos en los próximos meses.

BCE y tipos de interés

Públicamente, la vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, indicó que la subida de los tipos de interés es «coherente» con la situación económica. «La decisión tomada por el BCE era la esperada por los mercados, por todos nosotros, y es coherente con la situación de depreciación del euro que estamos viviendo estos días», dijo a su llegada al consejo informal de ministros de Economía y Finanzas de la UE que se celebró este viernes y sábado en Praga.

Sin embargo, en privado el diagnóstico es muy diferente. Se teme que si suben los tipos y se mantiene la guerra de Ucrania, el próximo año hay un riesgo claro de recesión en el mundo e incluso en España. En su comparencia del viernes, Calviño volvió a insistir en que España seguirá teniendo «un crecimiento sólido» por encima de la Eurozona y es precisamente a este crecimiento a lo único que se aferra Moncloa y Asuntos Económicos para mitigar un otoño que puede mermar aún más el poder adquisitivo de los españoles.

En su comparecencia del miércoles ante la Comisión Parlamentaria de Asuntos Económicos y Transformación, la propia Calviño dio por buenas las previsiones de crecimiento la economía española procedentes de organismos internacionales, que apuntan a que el Productor Interior Bruto (PIB) crecerá en 2022 «en el entorno del 4%» y el año próximo «en el entorno del 2%» frente al 4,3% y 3,5% que sostiene el Ejecutivo en su cuadro macroeconómico de los Presupuestos Generales del Estado para 2023. 

PIB y tipos de interés

En una comparecencia de finales de julio, Calviño ya había rebajado hasta el 2,7% el crecimiento del próximo año y en abril había hecho lo propio con las de 2022. Pese a ello, las previsiones de organismos internacionales como el Fondo Monetario Internacional (FMI) o la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) mantienen cifras de crecimiento para España inferiores a las últimas actualizaciones, tanto para 2022 como para 2023.

En cualquier caso, extraoficialmente en el Gobierno se cree que con este mazazo de los tipos de interés -y el que se producirá en los próximos meses- la ralentización en el PIB español será aún mayor. El análisis que se hace es simple: la subida de los tipos impactará en las finanzas de las personas, subiendo las hipotecas hasta cotas nunca vistas en una década, encarecerá la financiación y, por tanto, frenará el consumo. Impactará de esta manera en las personas arrastrando el crecimiento de la economía en general.

Lo mismo pasaría con las empresas a las que una subida de tipos de interés también les encarecerá la financiación, paralizando proyectos y frenando operaciones de fusiones o adquisiciones (M&A). Unas empresas que pueden reducir su inversión y, por tanto, recortar el consumo privado. Se cree, además, que la adjudicación de los fondos europeos también puede estar en riesgo ya que muchas compañías podrían ver frenada su capacidad para cofinanciar estos proyectos.

Impacto electoral

El tercer eje de este impacto se producirá directamente en la Administración central. El gasto público se verá frenado ante la escalada de los tipos de interés justo en momentos en que el Ejecutivo está haciendo una fuerte apuesta por las subvenciones directas y por repartir recursos entre los ciudadanos para mitigar el impacto de la crisis. Del mismo modo, aumenta de manera exponencial el coste de emitir deuda, un instrumento que el Estado lleva utilizando con mucha frecuencia desde el fin de la pandemia.

En este contexto, Calviño defiende la sostenibilidad de las finanzas públicas, aunque la preocupación es importante ya que esta subida de los tipos de interés también podría echar por tierra las previsiones gubernamentales. Las previsiones oficiales indican que el déficit público cerrará este año en el 5% del PIB y en el 3,9% en 2023. En el caso de la deuda pública, cerraría este año en el 115% y en el 112% del PIB el próximo año.

En cualquier caso, y por encima de todo, el temor del Gobierno pasa por el impacto electoral de esta ralentización en el PIB, un elemento más que se suma al peligroso cóctel que amenaza con explotar este otoño en la economía española. Como ya ha explicado este diario, Moncloa fía la reelección de Pedro Sánchez a finales de 2023 a la capacidad del Gobierno de mitigar la crisis económica y su impacto en los españoles. Por ello ha puesto en marcha una serie de subvenciones directas para mantener una pax social necesaria para allanar las próximas elecciones.

El Ejecutivo también confiaba en la contención de los precios para amortiguar la crisis en los bolsillos de los españoles en el comienzo del curso, pero la subida del precio del gas ha tirado por tierra estas expectativas. A esto se suma la ralentización del empleo: los datos de julio indicaron que el desempleo subió en 3.230 personas, su primer incremento en ese mes desde 2008.

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