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Ibercaja encara la salida a bolsa como el banco español menos eficiente

La entidad aragonesa registra un ratio de gastos sobre ingresos del 61%, el peor entre sus comparables

Ibercaja encara la salida a bolsa como el banco español menos eficiente

Sede de Ibercaja | Europa Press

Ibercaja encara este año su salida a bolsa como el banco menos eficiente de entre las principales entidades que operan en España. Según se desprende de los datos publicados por las patronales AEB y CECA, la entidad aragonesa presenta un ratio de gastos sobre ingresos del 61%, de acuerdo con los cálculos realizados por THE OBJECTIVE. Esto significa que tiene que destinar 61 euros para ingresar 100.

Este parámetro es clave en estos momentos para el sector porque es la base para mejorar la rentabilidad hasta que el BCE modifique su política monetaria y el euríbor comience a subir. Las entidades, como BBVA, esperan que este indicador que sirve para fijar el precio de las hipotecas, principalmente, se mantendrá en negativo hasta al menos 2024.

Ibercaja espera que su eficiencia empiece a mejorar una vez ejecute por completo el ERE pactado con los sindicatos, por el que saldrán 750 trabajadores y se cerrarán más de 200 sucursales. Este proceso concluirá previsiblemente a mediados de este ejercicio. Para entonces, el banco que dirige Víctor Iglesias pretende haber debutado ya en el mercado, aunque tiene de plazo hasta diciembre para hacerlo y poder cumplir con la ley de las antiguas cajas de ahorros. Esta normativa obliga a las Fundaciones Bancarias a reducir su participación en entidades a un máximo del 40% y no tener que llevar a cabo un importante fondo de reserva.

La Fundación Ibercaja controla el 87,8% del capital del banco con sede en Zaragoza, por lo que el grupo lleva años intentando salir a bolsa y colocar un 47% de las acciones entre inversores privados. De no poder cumplir con la regulación, la Fundación tendrá que meter en una hucha en torno a 300 millones, un cantidad imposible para esta institución a no ser que la propia entidad se desprenda de algún activo y se lo traspase vía dividendos.

Entre las opciones que baraja Ibercaja, precisamente, se incluye una posible desinversión de su gestora de fondos con la que poder nutrir de recursos a la Fundación por si fracasa nuevamente en su intento de cotizar. Ya lo intentó en 2019 y principios de 2020 sin éxito. Entonces, una vez desatada la pandemia, el Gobierno dio más margen de maniobra a la entidad para materializar su salto al parqué y amplió 24 meses el plazo para que pudiera hacerlo.

Salida a bolsa con un valor de hasta 2.100 millones

El proyecto de la entidad aragonesa es estrenarse en bolsa con una valoración de entre 1.650 y 2.100 millones, es decir, como un descuento sobre su tasación en libros de entre el 0,5 y el 0,65%. Una horquilla que, según señalan distintos analistas a este periódico, es muy elevada si se comprara con otros bancos españoles, como el Sabadell o Unicaja, que cotizan con rebajas del 80 y del 75% de media en los últimos meses.

De hecho, el precio que están dispuestos a pagar los inversores siempre ha retrasado el debut de Ibercaja en el mercado, por lo que deberá convencer a los inversores que sus compromisos pueden cumplirse y por tanto sean generosos. Por el momento, la entidad ha revisado al alza del 7 al 9% su propósito de rentabilidad sobre recursos propios (ROE) en el medio plazo gracias a un impulso más intenso de la actividad de lo previsto. Sin embargo, los nubarrones de la sexta ola podrían frenar esta evolución del negocio y la entidad tendría que poner un mayor foco en los costes. Al cierre del pasado septiembre, su ROE ascendía al 6,7%.

Eficiencia de sus rivales

Unos costes que son los más altos entre sus comparables en España. Así, después de los ajustes llevados a cabo por todo el conjunto del sector, Bankinter y Santander son los que registran la mejor eficiencia, con ratios del 43,7 y 44,6%, respectivamente, y en linea con las recomendaciones del Banco de España. El regulador reclama que esté por debajo del 50%.

BBVA, Caixabank y Sabadell, que aún no han recogido los frutos de sus ERE y recortes de sucursales, tienen este parámetro por entre el 50 y el 55%, una banda en la que también se encuentra Kutxabank. En el caso de CaixaBank, sin incluir los 2.000 millones para afrontar el ajuste de personal y oficinas, la cifra es del 55%. BBVA, por su parte, tiene una eficiencia en España del 51%, mientras que el Sabadell, del 54,9%, y Kutxabank, del 54%.

Con niveles peores se sitúan tanto Unicaja, después de haber absorbido a Liberbank, y Abanca, pero ambos han acordado a finales de 2021 expedientes de regulación de empleo con los que reducir el volumen de gastos hasta que los ingresos comiencen a repuntar. El ratio de eficiencia de Unicaja asciende al 57,7% y el de Abanca, del 58%.

Con esta asignatura pendiente, Ibercaja afronta un año en el que se juega su futuro salga a bolsa o no. El objetivo de la entidad es mantenerse en solitario y preservar su independencia salga a bolsa o no. Todo dependerá de los resultados que obtenga y las perspectivas que ofrezca. Distintos expertos apuestan por una integración en Unicaja, una operación que ya se estudió en el pasado, aunque hay otros analistas que no descartan que pueda unirse a Abanca o Kutxabank, dos entidades que se muestran favorables a absorber rivales para ganar tamaño y músculo financiero.

Evo y Singular, completamente ineficientes

Otras entidades de menor importancia en el sistema financiero presentan eficiencias más bajas que Ibercaja. Entre estos destaca Deutsche Bank, cuyo ratio de costes sobre ingresos se situaba a cierre de septiembre en el 81%. Otras ni siquiera son eficientes, ya que sus gastos superan con creces la facturación que obtienen por su negocio (tanto créditos como comisiones). Este es el caso de Evo Banco, filial digital de Bankinter, y Singular Bank, la entidad especializada en el segmento de altos patrimonios liderado por Javier Marín, que acabada de acordar la adquisición de la filial española de UBS.

Ambas firmas están llevando a cabo fuertes inversiones para ampliar su actividad y mejorar sus sistemas tecnológicos, lo que está penalizando su eficiencia. El ratio de Evo está en el 180%, mientras que el de Singular en el 140%. Ambos grupos son dos de los 12 que sufren aún pérdidas en nuestro país.

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